Uno para todos y todos para uno
Nunca se ha sabido si la famosa frase de los tres mosqueteros "uno para todos y todos para uno" era de éstos o que la copiaron de los masones. La sociedad profana (la que se queda fuera del templo) siempre ha considerado que los masones tienían unos rígidos patrones de conducta y entre los cuales estaba la solidaridad que llega incluso, según frecuentes leyendas urbanas, hasta quebrantar las leyes si era necesario para ayudar a un hermano masón caído en desgracia.
Nada más lejos de la realidad. Como toda leyenda se queda en éso, en un seductor cuento. ¿Dónde queda aquello que se escucha el día de la Iniciación de "todos los masones acudirán en tu ayuda"? Posiblemente la realidad es más terca que la imaginación, o que el engaño se lleva hasta límites insospechados. Quizás por eso los tres mosqueteros eran en realidad cuatro.
En estos difíciles momentos de crisis económica y financiera, muchos masones han sido castigados, como otros tantos millones de españoles con el paro y la quiebra de sus pequeños negocios. Ellos pensaban, o se consolaban a sí mismos pensando, que los restantes masones les iban a ayudar en momentos de dificultad. La fria realidad se ha impuesto: los hermanos "perdidos en combate" y sólo les quedan sus familiares y los escasos amigos que tuvieran; los hermanos desaparecidos y los grandes entes administrativos u obediencias silbando y mirando al cielo.
¿Dónde han ido a parar las buenas cotizaciones, derramas y dinero para los Hijos de la viuda? Buena pregunta. Lo más seguro es que gastado en viajes (muchos de ellos innecesarios), buenos hoteles y excelentes comidas de sus altos dirigentes. Las cuentas, como norma generalizada, siempre se pasan de puntillas en las Asambleas porque el tiempo es breve y siempre hay "cosas más importantes que tratar", como si debe entrarse en el templo con el pie derecho o con el pie izquierdo... importantísimos debates que gastan ríos de saliva en las discusiones pseudo-masónicas...
La cuestión se reduce a que sólo se aplica la primera parte, "uno para todos" pero a la inversa el invento no funciona.
Laurisilva, Maestro masón
durmientes@gmail.com
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