G.L.E. - Fin de la historia
Este va a ser el último editorial sobre el señor Carretero de la Gran Logia de España (G.L.E.) mientras este sujeto siga detentando, que no ostentando, la más alta magistratura de dicha Obediencia ( federación de logias). Pensamos que ya está dicho todo y este editorial será un resumen de los anteriores con alguna noticia reciente de la última esperpéntica Asamblea extraordinaria celebrada en Madrid el pasado día 17 de enero de 2009. No podemos seguir perdiendo el tiempo con este tema que tendrán que resolver los hermanos de la GLE si es que ése es su deseo.
La Asamblea fue aperturada de la manera habitual aunque algo relajada en el rigor habitual. Entra el señor Carretero bajo los acordes del himno nacional de España (que curiosamente cuando se celebran las asambleas en Barcelona no se escucha...) acompañado de su comitiva. Primera sorpresa, en la lectura del Acta de la anterior Asamblea, la de Valencia, no se admiten observaciones o correcciones, ni tan siquiera las que fueron efectuadas por escrito... primera sorpresa del día. Piden la palabra varios asambleistas con voto (que no los son todos los 150 asistentes), se les da y enseguida se les quita, no se les deja continuar y dos que insistieron fueron notificados de que quedaban suspedidos de afiliación a la espera de un juicio masónico, como mandan los Reglamentos. ¿Cuáles? A estas alturas ya nadie sabe ni entiende nada.
Comienzan las votaciones, "secretas", metiendo cada votante su papeleta en una urna. ¿Digo papeleta? Pues no, algunos meten "papeletas" porque dicen representar a siete votantes, seis de ellos ausentes... Esta práctica no está aprobada en ninguna asamblea y fue inagurada en Valencia por consejo de su antiguo o actual Delfín, repetimos, a estas alturas ya nadie sabe quién es quién en este galimatías. El Gran Orador en un rincón hace el recuento de los votos y el resultado final es de 300 y pico de votos a favor y 96 en contra. ¡Aleluya! El Gran Maestros ha ganado. Un "pucherazo" en toda la regla. Total, queda "aprobado" todo lo que el gran maestro (cada día más pequeño) quería: que la asamblea le convalidara sus irregularidades económicas.
Aún resuenan las palabreas del señor Carretero en un entrevista reciente concedida a un diario de Menorca:
" -¿Qué es un masón?
- Una persona que desea ser mejor y utiliza esta mejoría de sí mismo para ayudar a la sociedad.
-¿Es masón quien quiere o quien puede?
-Es quien puede, de hecho el 90 por ciento de la sociedad puede ser masón. No depende de su cultura, de su inteligencia, ni de su voluntad, sólo depende de la honestidad de uno.
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- (La masonería) Es democrática?
-Yo diría que es una democracia orgánica.
-¿Se dice que la crisis financiera actual es culpa de financieros deshonestos y políticos ineptos. Entre ellos no habrá ningún masón?
-Nadie sabe cómo se ha originado. Por la forma en que se ha producido dudo que haya algún masón, pero es posible. Yo entré en la masonería en Italia, y en una reunión con gente de alto nivel hice una pequeña broma sobre la mafia. Hubo un silencio sepulcral. Luego me explicaron que en Italia, el porcentaje de personas vinculadas a la mafia ronda el 15 por ciento. En masonería hay menos, pero lo hay. La masonería puede ser un poco mejor y más honesta que la sociedad, pero no puede ser distinta.
-¿Para conseguir una sociedad más justa, honesta y fraternal todos deberíamos ser masones?
-¿Por qué no?"
Algunas de estas palabras parecen dichas por un cínico porque no puede ser de otra forma una persona que dice una cosa y hace la contraria. En otras respuestas se retrata a sí mismo como una persona intolerante que le pone adjetivos a la democracia (casualmente el mismo que le puso el general Franco a la suya).
A los miembros decentes de la Gran Logia de España sólo les quedan dos caminos: los tribunales de justicia o solicitar la baja. Algún exaltado ha propuesto no pagar ni una cuota más para ver que hace esta camarilla sin dinero, que al parecer tanto les gusta para derrochar a dos manos.
Acacia
durmientes@gmail.com
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