Nuestra razón de ser
Los que en esta bitácora escribimos creemos en los principios de la Masonería, cosa muy distinta es que aceptemos a sus actuales administradores, que no dueños de la Orden. Somos hermanos españoles "en sueños" (miembros dados de baja y no activos) que tenemos la curiosidad de conocer el motivo y la razón del desastre que abate la Masonería española.
Algún lector nos ha preguntado la motivo de nuestro nombre, nada masónico por cierto. Hemos buscado y encontrado el nombre de "El Estilita" como símbolo tomado de aquél santo varón, Simeón, que vivió subido en una columna para apartarse del mundanal ruido y dedicarse a sus oraciones y meditaciones. Los masones en la Logia ocupamos, según nos corresponda, la columna del Norte o del Sur de un hipotético templo. Nosotros, debido a la gran cantidad de inmundicia existente, nos hemos tenido que subir en nuestra propia columna para no mancharnos o, lo que sería peor, contaminarnos.
Es muy lamentable pero las cosas están así desde que regresaron los viejos masones del Grande Oriente Español del exilio de México y que nada más pisar el suelo patrio dedicaron todos sus esfuerzos a pelearse por ocupar los cargos principales, en lugar de buscar la reconstrucción de la Masonería española. Luego se unieron a ellos todas esas piedras de aluvión que han sido los aventureros, los aprovechados y los sinvergüenzas sin paliativos, sin descartar la infiltración policial que hubo para desestabilizar la Orden. De aquellos polvos vienen hoy estos lodos.
El camino en la búsqueda de la verdad suele traer sorpresas pero creemos estar preparados para ir conociendo la verdad de los hechos y denunciar lo que no debió haber sido.
El Estilita
durmientes@gmail.com
Algún lector nos ha preguntado la motivo de nuestro nombre, nada masónico por cierto. Hemos buscado y encontrado el nombre de "El Estilita" como símbolo tomado de aquél santo varón, Simeón, que vivió subido en una columna para apartarse del mundanal ruido y dedicarse a sus oraciones y meditaciones. Los masones en la Logia ocupamos, según nos corresponda, la columna del Norte o del Sur de un hipotético templo. Nosotros, debido a la gran cantidad de inmundicia existente, nos hemos tenido que subir en nuestra propia columna para no mancharnos o, lo que sería peor, contaminarnos.
Es muy lamentable pero las cosas están así desde que regresaron los viejos masones del Grande Oriente Español del exilio de México y que nada más pisar el suelo patrio dedicaron todos sus esfuerzos a pelearse por ocupar los cargos principales, en lugar de buscar la reconstrucción de la Masonería española. Luego se unieron a ellos todas esas piedras de aluvión que han sido los aventureros, los aprovechados y los sinvergüenzas sin paliativos, sin descartar la infiltración policial que hubo para desestabilizar la Orden. De aquellos polvos vienen hoy estos lodos.
El camino en la búsqueda de la verdad suele traer sorpresas pero creemos estar preparados para ir conociendo la verdad de los hechos y denunciar lo que no debió haber sido.
El Estilita
durmientes@gmail.com
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