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La Columna del Estilita

Plataforma de regeneración de la GLE

   Un  poco sólito grupo de hermanos  masones de la Gran Logia de España se reunirán en Madrid el próximo día 9 de mayo de 2009 con un manifiesto, que se cita aquí textualmente, para intentar regenerar dicha Obediencia:

                      A LA GLORIA DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO

Introducción: Regeneración desde la Fraternidad.

     "… la Masonería es el Centro de Unión y el medio de conciliar verdadera Fraternidad entre personas que hubieran permanecido perpetuamente distanciadas." (Deberes de un Francmasón. Constitución “de Anderson”, publicada por la Gran Logia de Inglaterra en 1723).

     Los 29 años de existencia legal de la GLE no han sido suficientes para crecer significativamente en el número de miembros ni para acreditar a la Masonería ante las sociedad española. Estos hechos, por sí mismos, ya merecerían un análisis riguroso.

     Pero, además, estamos asistiendo a un deterioro progresivo en la calidad de nuestros trabajos. Muchas de nuestras Logias, lejos de la alegre serenidad en la que debe transcurrir su historia masónica, se están viendo sometidas a la inquietud y el desasosiego producidos por acontecimientos externos. Como dijera hace casi 100 años un Gran Maestre del GOE, “la alegría y la fortuna han huido de nuestros Talleres”.

     Las estructuras administrativas de la GLE, diseñadas para ayudar a las Logias, las células básicas de la Masonería, transmiten por el contrario inactividad cuando no inestabilidad. El Primer Levantamiento de nuestros Venerables Maestros, los informes de las Secretarías de las Logias, no son sino una lectura ininterrumpida de Decretos mediante los cuales se conceden honores en forma de nombramientos de muchos Hermanos como Pasados Grandes Oficiales o se suspende cautelarmente a otros –también Hermanos- que nunca ven concluido ni siquiera instruido y tramitado su expediente.

     Pudiera pensarse que la solución a los males que afligen a nuestra GLE estriba en contar con todo un entramado reglamentario que, mediante un hábil juego de contrapoderes, limite las actuaciones del Gran Maestro o, más ingenuamente, que bastaría con sustituir al actual. Sin embargo nada es posible sin una mejora cualitativa en nuestra condición de masones y una decisión colectiva y entusiasta, capaz de poner coto a la locura que vivimos y de proyectar e impulsar un futuro ilusionante.

     Queremos poder acudir de nuevo a nuestras Tenidas con alegría y serenidad de ánimo.

     Queremos poder hablar con nuestros Hermanos sin que nuestros interlocutores -ni nosotros mismos- automáticamente nos posicionemos en un bando u otro. Queremos poder estar orgullosos de nuestros dirigentes, porque sean Hermanos con categoría moral, masones de experiencia, administradores leales de los intereses de todos, ciudadanos ejemplares.

     Consideramos que todavía es posible una Masonería Regular en España que se haga respetar dentro y fuera, también en los ámbitos masónicos internacionales en los que somos ahora o bien desconocidos o bien unos incómodos e impredecibles invitados.

    Decepcionados, humillados, cansados, tristes,… mantenemos todavía el rescoldo de una ilusión, seguimos pensando que podemos continuar la construcción del Templo, que este sistema peculiar de moral que aprendemos mediante símbolos es capaz de hacernos mejores.

     Esa es la palabra: ilusión. No debemos, ni queremos, seguir dando vueltas a nuestras desventuras ni lamentar elecciones equivocadas del pasado ni quedarnos en la crítica, aunque ésta sea contenida y merecida. Hemos de dar un paso más. Ponernos en marcha, no para ganar las próximas elecciones ni para elaborar una nueva y sabia Constitución sino para regenerar nuestra Gran Logia de España. Regenerar: dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo (RAE).

     Esa es la tarea, regenerar la GLE desde la experiencia pero también desde la esperanza ilusionada, desde el entusiasmo de quienes creen en lo que hacen y se ponen a ello, alejados de las frases grandilocuentes que sirven de colorido envoltorio de la nada.

     No necesitamos líderes. La GLE siempre estuvo sobrada de líderes y, lo que es peor, de quienes hacían de su liderazgo la medida de todas las cosas. Lo que necesitamos es masones y trabajo. O masones con ganas de trabajar para regenerar la GLE, que viene a ser lo mismo. Se supone que somos hombres maduros, capaces de decidir y forjar su propio destino como colectivo, sin tener que asentir sumisos a autoproclamados líderes imprescindibles que, en la práctica, repiten clónicamente los errores del anterior.

     No ofrecemos honores ni mandiles ribeteados de azul marino. Ofrecemos trabajo y Fraternidad, verdadera Fraternidad, fundamento de nuestro Arte de que tan escasos hemos estado últimamente.

     Tenemos un programa para situarnos en posición de poder cambiar las cosas, sabemos lo que queremos cambiar y creemos saber también cuales son las mejores alternativas. Pero pudiéramos estar equivocados o quizá podamos hacerlo mejor. En todo caso, consideramos que siempre sería mejor para la GLE el ejercicio de equivocarnos todos juntos que la sumisión pasiva a quienes se sientan ungidos como eternos dirigentes, aunque eventualmente pudieran acertar.

     La Francmasonería es una institución educacional o educativa, y es en el trabajo grupal de formación masónica, en la búsqueda permanente de consenso entre los Hermanos,  donde podremos hallar la clave de la regeneración.

     Por eso, Hermano, te hemos llamado. Por eso te convocamos y te pedimos nada menos que tu tiempo y tu trabajo. Queremos tender puentes a todos. Deseamos servir de punto de unión.

     Nuestras propuestas no son el programa de un candidato, ni están terminadas o cerradas. Por el contrario siguen siendo un borrador permanente, en disposición de ser corregido por cualquier Hermano que se acerque de buena fe y con ganas de construir.

     Pero la Fraternidad y la vocación de diálogo no están reñidos con la firmeza, como parecen considerar quienes nos dirigen con la inseguridad de saberse mendaces y torpes. Muy al contrario, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de hablar sin complejos, de admitir el error y ser capaz de corregirlo, son muestras de verdadera fortaleza.

     Te convocamos a caminar todos juntos, con decisión, hacia un futuro digno para la GLE. Seamos ambiciosos. No nos conformemos con cambiar a nuestros actuales dirigentes por otros. Consigamos volver a los orígenes que inspiraron a nuestros predecesores a trabajar por una Gran Logia que fuese digna representación de la Masonería Regular Española. No cambiemos solamente personas: recuperemos valores.

     Para ello te proponemos un Decálogo para la regeneración de la GLE, los “Cinco Puntos” acordados en la reunión de Madrid del 7.03.1009, y una estrategia para estar en posición de hacer lo anterior.

Decálogo para la Regeneración de la GLE


I. La Regeneración de la GLE debe tener por fundamento los propios principios
inspiradores de la GLE:
- Los Landmarks,
- Las obligaciones o reglas para un buen francmasón, extraídas de los antiguos documentos de las Logias,
- Los Antiguos Deberes, Usos y Costumbres,
- La Regla de los Doce Puntos de la Francmasonería y
- Los principios básicos para reconocer una Gran Logia.


II. En el proceso de Regeneración de la GLE se han de recordar los Cinco Puntos de Fraternidad, como norma permanente de relación entre Hermanos.

III. La Logia debe recuperar la soberanía masónica, que en ella reside –según nuestra actual Constitución-. A través de las Logias, todos los Francmasones Antiguos, Libres y Aceptados, que constituyen la GLE, participan en su gobierno.

IV. La Gran Asamblea es el único poder legislativo de la GLE.

V. El Gran Maestro –elegido- y los Grandes Oficiales –también elegidos, con excepción de los Asistentes del Gran Maestro y los exclusivamente rituales- constituyen el poder ejecutivo de la GLE. El Gran Maestro -que representa a la GLE, preside las Reuniones Masónicas, concede Cartas Patentes, consagra Logias Simbólicas y hace Masones a la vista-, debe gobernar la Obediencia desde la autoridad moral y la experiencia. Debe hacerse un nuevo Reglamento Electoral que, reflejado en la Constitución de la GLE para dotarle de estabilidad, garantice el acceso de todos los HH:. al ejercicio del voto. Se ha de revisar la duración del Oficio de Gran Maestro.

VI. El Gran Consejo Consultivo, órgano de representación y participación de las Logias, conoce, controla y limita los actos del Gran Maestro y los Grandes Oficiales.

VII. La Corte Suprema de Justicia, elegida en su totalidad y por periodos de tiempo no coincidentes con la Gran Maestría, es el órgano disciplinario de la GLE, que entiende de las faltas masónicas. Su funcionamiento, garantista de los derechos individuales, debe ser ágil y huir de la burocracia.

VIII. La GLE, para todas las funciones no estrictamente masónicas y –muy especialmente- para la administración de su patrimonio, se constituye también en Asociación, sujeta a la legislación española, actualmente la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

IX. Los fondos de Beneficencia y Solidaridad serán administrados por Hermanos de la GLE elegidos específicamente para ello y que responderán ante el Gran Consejo y la Gran Asamblea. En todo caso, estos fondos no figurarán en la contabilidad de la GLE, y el Gran Maestro carecerá de poder decisorio sobre ellos.

X. La GLE renuncia expresamente a hacer otra política en relación a otras GGLL, Cuerpos Soberanos y Grados Colaterales que la de la Fraternidad, el respeto mutuo, y la cooperación.

Acuerdos de la reunión de Masones Regulares de España, celebrada en los VV:. de Madrid el 7 de
marzo de 2009 (e:.v:.): los cinco puntos.

1).- La Gran Logia de España será lo que sus Logias quieran. Nada se hará sin que la Soberanía de los Talleres se manifieste y lo apruebe.

2).- Separación de poderes. Elaboración del Estatuto de la GLE, como Asociación Civil, totalmente aparte de su carácter masónico–iniciático, diferenciando lo administrativo de lo ritual. Separación absoluta del poder Legislativo, Ejecutivo y Disciplinario (Judicial). El poder legislativo, instrumentará un sistema de control sobre las actuaciones del Gran Maestro, evitando de este modo la repetición de hechos y tendencias, que hasta la fecha han realizado los anteriores cuatro GG.MM.
3).- Duración de mandatos.
4).- Representatividad de los cargos electos. A todos los niveles.
5).- Reglamento electoral. Creándose para ello Articulo aparte en la Constitución, a fin
de dotarle de un carácter permanente.

     Habrá de crearse una Plataforma compuesta de tres, cinco, siete, o nueve Maestros Masones, los cuales se comprometerán por escrito, teniendo a la propia Asamblea como testigo, a realizar los cambios Constitucionales y Reglamentarios y al estricto cumplimiento de estos cinco puntos, en el plazo de dos años.
De entre los componentes de la Plataforma, se elegirá – aún no se ha hecho – un equipo de candidatura alternativo, para cubrir los tres cargos electos en la Gran Asamblea de marzo de 2010, a Gran Maestro, Gran Orador y Gran Tesorero. Caso de verse favorecidos con la elección, se comprometerán a no agotar el mandato previsto en la Constitución actual –cuatro años– y a no presentarse a la reelección en las próximas, convocatoria que ellos mismos generarán tras haber cumplido este primer y único mandato.

 

Información facilitada por un hermano participante,

durmientes@gmail.com

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