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La Columna del Estilita

G.L.E. ha sido el parto de los montes

     El sábado día 17 de enero no habrá vencedores sólo habrá una derrotada, la de siempre, la Masonería española. Lo que no pudo Fernando VII; la Iglesia Católica tridentina durante más de doscientos años; la dictadura franquista en cuarenta; lo ha conseguido en escasos tres años, un ser medio analfabeto, con escasa o nula oratoria, pocas luces y ni un solo rasgo moral perceptible: a fuer de ser sinceros, no lo ha conseguido él solo pues han contribuido decisivamente no pocos arribistas; unos cuantos jubilados británicos que desconocen el idioma y la idiosincrasia de los españoles  y ciertas personas que en este tiempo han cometido el mayor de los despropósitos: no hacer nada y dejar que pasen las cosas como si el problema no fuera con ellos. Son de los que se conforman con asistir a la tenida (reunión) y después cenar alegremente, compartiendo mesa y mantel con los cuatro amiguetes. Tampoco hay que olvidarse de los masones "profesionales", lo que han venido a cobrar un sueldo o apropiarse de lo que puedan o les dejen.

    ¿Qué puede ocurrir ése sábado? Lo más probable es que vuelva a cometer una más de sus tropelías, a las que ya lamentablemente nos tiene acostumbrados este señor Carretero,  gana sus votaciones y a otra cosa mariposa: Empezar a irradiar a los que le sean molestos. ¿Que no es legal el sistema de su "Delfín" de varios votos en un solo delegado? ¡Que más da, el pueblo español lo aguanta todo! Habrá una irremediable avalancha de bajas de resignados hermanos que han luchado porque las cosas hubiesen cambiado pero que todo tiene su límite. Consecuentemente, al haber menos miembros, subida urgente de las cuotas para disponer de dinero, que los cincuenta millones de pesetas que dejó su ahorrador antecesor ya se lo han gastado en viajes, comidas y festines... y el Fondo de Caridad también,  empleado en oscuras operaciones inmobiliarias y los hermanos necesitado al pairo...

    También podría ser que ocurriera lo de Valencia, pero menos probable, pierde y sale corriendo de la asamblea, pero al final Carretero no dimitiría  -como no dimite nadie en este país- y volvería a convocar otra asamblea que derogara la palabra sufragio libre, directo y secreto.

    De todas formas, daría igual,  pues aunque dimitiera, se convocarían elecciones y saldría otra persona de su entorno, la fractura de la Orden ya está hecha y no se puede recomponer ¿Alguien puede pensar que puede existir hermandad alguna con gentes que por motivos miserables han apoyado a este señor en sus tropelías, irradiaciones, suspensiones, etc...

    La Gran Logia de España ha muerto, o lo han matado, da igual, se han tirado por la borda 25 años de esfuerzos y tocará volver a empezar... La Historia Interminable

 

durmientes@gmail.com

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